Los colosos de Memnón son dos gigantescas estatuas de piedra que representan al faraón Amenhotep III situadas en la ribera occidental del Nilo, frente a la ciudad egipcia de Luxor, cerca de Medinet Habu y al sur de las grandes necrópolis Tebanas.
Dos figuras de menor tamaño, situadas junto al trono, representan a su esposa Tiy y a su madre Mutemuia; los paneles laterales muestran una alegoría en bajorrelieve del dios de la inundación anual, Hapy.
Las estatuas están esculpidas en grandes bloques de cuarcita, traídos especialmente desde Guiza y de la cantera de Gebel el-Silsila, al norte de Asuán. Incluyendo las bases de piedra sobre las que se sustentan, las estatuas tienen una altura total de dieciocho metros.
La función original de los colosos fue la de presidir la entrada al complejo funerario de Amenhotep III: un inmenso centro de culto, construido en vida del faraón, en el que se le adoraba como al dios en la tierra
Las dos estatuas gemelas muestran a Amenhotep III en posición sedente; sus manos reposan en las rodillas y su mirada se dirige hacia el Este, en dirección al río Nilo y al Sol naciente.
Los paneles laterales muestran una alegoría en bajorrelieve del dios de la inundación anual, Hapy
El historiador y geógrafo griego Estrabón explica que un terremoto, en el año 27 a. C., dañó a los colosos. Desde entonces se decía que las estatuas "cantaban" cada mañana al amanecer, concretamente, la estatua situada mas al sur. La explicación es que el cambio de temperatura, al comienzo del día, provocaba la evaporación del agua, que al salir por las fisuras del coloso producía el peculiar sonido. El emperador romano Septimio Severo nos privó de este fenómeno al restaurar la estatua en el siglo III d. C.
6 comentarios:
que pasada ,tiene que ser especial estar en un lugar tan maravilloso como ese buen reprtage juan, un abrazo
Colosales imágenes de estos gigantes pétreos, Juan.
Asomarse a tu blog es viajar en primerísima clase. Me encanta seguirte en tu peregrinar por el mundo en busca de bellezas seductoras, grandiosas, inconmensurables e inenarrables como éstas.
Un saludo, amigo, con alegría desde Andalucía.
Grandes muy grandes estos colosos y es que en el antiguo Egipto no se andaban con chiquitas.
Un abraç
Bonito documento histórico y bien relatado e ilustrado.
Saludos.
Habrá que preparar una QDD en esas tierras, no??...........jejeje. Otro gran reportaje nos muestras Juan. Un abraç.
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